El amor casi nunca tiene razones ( siempre lo dicen ), o si las tiene ( que aún no las encuentro), suelen ir a la rezaga del sentimiento como la cola de un cometa y son lo último que nos interesa mientras disfrutamos el éxtasis del enamoramiento.
Primero, el cerebro intenta darle un orden lógico al exabrupto, sin mucho éxito. Y es cuando el amor hace mella, las estrategias de resolución de problemas, las buenas intenciones y los brebajes no encuentran el camino de la restauración, nada se opone al placer amoroso, nadie puede doblegarlo.
No existen razones manifiestas, lo sé , sólo que me gusta llevarte la contraría al callar estos sentimientos y deseos cuando muy a mi pesar guardo en mí toda la energía y sensaciones que surgen y se mueven en mí ser con tu simple existencia. Todo con la finalidad de que no logres descifrar cuanto existo en tí, para tí y de modo muy consciente, también para mí.
No hay demasiadas justificaciones y explicaciones que yo pueda ofrecerte para decirte por que yo te amo más , -sino más bien un rotundo “porque yo lo digo”-, tan irracional como hermoso. ¿Y por qué no?
Un amor no posesivo, toma el anhelo y deja el dominio: “No te quiero para mí, ni siquiera te quiero para nada, sólo me gusta ser un observador de tu ser: ¡qué dicha que existas, independientemente de mí y más allá de mí. Si intentará dominarte o cambiarte una parte de mi ser languidecería y quedaría obsoleta, nos llevaría a la ruina y a la entera destrucción de la maravilla que hasta ahora me embelese y me llena de vitalidad, sin contar que tu existencia enmudecería, perdería a mí espejo mas real y honesto, estaría dañando irremediablemente así hasta ahora el tesoro más preciado que estamos construyendo “el nosotros”.
Eso es lo que yo siento que tú me das !!!!!!!
Y que espero que tú también estés recibiendo de mi parte.
Existen muchas maneras de definir lo que es amar o lo que es el amor pero hay una en particular q me encanta la del filósofo Sponville, la esencia del amor es: la alegría de que el otro exista!! Así de escueto y maravilloso.
En condiciones de respetabilidad y reciprocidad, tu existencia se justifica a sí misma en el amor, o mejor, el amor se justifica a sí mismo en tí.
Podré no siempre estar de acuerdo contigo, podré no creer en tus ideales, podré no compartir tus gustos pero esa es la clave, tú eres tú y yo sigo siendo yo, libres ambos, con sueños y deseos propios que podemos combinar para la maravilla de un “nosotros” y la complicidad de un crecimiento más allá de cada uno.
Los enamorados se miran hasta gastarse, se descubren, se maravillan, se hipnotizan, porque el otro es fuente de éxtasis, la misma que siento yo al contemplarte, sin necesidad de decir ni una sola palabra, ni tener pensamiento alguno en mi mente y aun así encontrar paz en tu mirada y poder sentir que no necesito nada ni a nadie más en este mundo. ¡Qué alegría que existas!
Eres mi sueño cumplido, el amor perfecto, sin ataduras, lleno de respeto y de un no sé que, que no sé cuándo………..ni por cuanto….. Pero si tengo la certeza del para que.
No tengo en tí la garantía del no daño, y no puedo ofrecerte la promesa del “no sucederá”, sin embargo ese tóxico y falso “amor” que te destruye parece cada día más lejano. En este espacio temporal estamos libres quizás de ese dolor, que en algún momento en nuestros caminos llegamos a experimentar y que conocemos que lejos de construirnos nos destruye de a poquito y es capaz de dejarnos sin identidad;Soy feliz porque no se ha colado y hasta ahora, no asoma por ninguna rendija del “nosotros”.
Mi promesa para tí es no dejarlo pasar, pero reconozco que en esta tarea necesitaré de tu ayuda para poder sostenernos de la mano y no dejar de volar.
Quizás esta posición pueda parecer demasiado idealizada, ingenua o romántica, eso es lo que por el momento siento y tengo en mi corazón, pero en realidad, cuando una pareja no manifiesta, así sea de vez en cuando, el gesto bobalicón típico de quienes están “felices de que el otro exista”, es que el amor anda cuesta abajo o se perdió en alguna curva, aun que tengo claro que no hay formulas mágica para que lo que tenemos nos dure eternamente. Por ello atesoro esos momentos mágico, únicos y llenos de un “aquí y ahora” que el presente nos regala.
“Te quiero porque te quiero, porque se me da la gana y aunque no quieras.” Te quiero cuando te siento coexistir y respirar al ritmo de mí respiración que no cesa de quererte.
No eres mío ni de nadie, te perteneces a ti mismo, y yo sólo soy una voyerista que se deleita con tu paso por esta vida, que no es tuya, ni mía y aún así intentamos compartir.
El amor es la alegría de que alguien exista. Lo demás sobra y los demás también. Es la felicidad sentida de que tu naturaleza me hace cosquillas, justo ahí donde debiera, me despierta todo lo adormecido en mí, me brinda crecimiento, me abre nuevos panoramas, me acompaña, me da aliento, me llena de vitalidad y me da la posibilidad de experimentar “locuras” por todo eso es que….
“Yo, Te Amo”.
